Creo piezas textiles cargadas de memoria y simbolismo, con técnicas tradicionales y experimentales, aplicadas al arte contemporáneo, el espacio expositivo y el diálogo con el cuerpo y la arquitectura.
Me conmueve cómo la memoria se entreteje en los gestos cotidianos, cómo el hilo guarda las marcas del tiempo y transforma la herida en forma, en relato, en materia viva.
Mi práctica nace del gesto de tejer como una forma de resistencia y sanación. Entiendo el textil como un cuerpo que guarda memoria: cada nudo, cada hebra, narra una historia que ha sido silenciada. Trabajo con materiales naturales, reciclados y técnicas tradicionales que resignifico desde una perspectiva contemporánea, creando piezas que dialogan con el territorio, la identidad y el tiempo. Busco generar espacios de encuentro, especialmente entre mujeres, donde la práctica textil se convierte en un acto colectivo de reparación.